Cuando la magia se hace con el corazón y desde este se mira la magia el ilusionismo se hace vulgar y deja paso al niño que llevamos dentro. Así, el viernes un montón de "niños" tuvimos la boca abierta durante un ratillo viendo como Jordi Quimera hacía volar nuestra imaginación. Lo fantástico de la Magia es no intentar buscar el truco, es disfrutar con el truco. Lo fantástico de la Magia es que te cuenten una historia maquillada con elementos inexplicables que no quieres que nadie te explique. Lo fantástico de la Magia es saber hacer un coupage entre la música y cuatro pases dando como resultado algo más que música y pases: dando como resultado Magia.
La magia de este mago reside en su corazón. Que más da que saque de su chistera un conejo, una bolsa de patatas, cuatro manojos de tagarninas, cuarto y mitad de culebreras. Que más da que el pañuelo rojo pase a verde o que siga rojo. Que más da que sus bolsillos guarden cartas marcadas, cuerdas de fakir, palomas mensajeras, luces de colores. Que más da que se le vean ases en la manga, el truco del almendruco, cuerdas que mueven hilos e hilos que mueven cuerdas. La magia de este mago reside en su corazón-
Y Jordi Quimera es todo corazón. Si a un mago se le añade sentido común, corazón, simpatía, sencillez, compartir, agradecer, alegría, modestia.... quizás no podrá nunca hacer desaparecer the statue of liberty como David Copperfield o escapar de carceles de agua como Harry Houdini... o sí. Solo se que llegue donde llegue yo siempre podré decir que estuve en el primer espectáculo de Jordi Quimera...y además el tío puñetero me hizo salir como voluntario con nocturnidad y alevosía. Solo me queda desearle, como decía Edward R. Murrow: "Buenas noches y buena suerte" (Good night and good luck)
Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo