Sapiens... ¿de qué?

Bolando boy bolando bengo bengo!!!

domingo, 1 de febrero de 2009



El pasádo sábabo, mientras le estaba limpiando los dientes a mi hamster (de nombre Fernando, de apellido Sus Labores), me sonó en el transistor una noticia que, no por deseada ni esperada, me alegró aquellos momentos de higiene dental: la Unión Europea ha redactado una directiva para obligar a las compañias aereas a reflejar todos los costes del billete de avión (incluidos los indirectos). Por tanto se acabaron las ofertas engañosas de volar a Antananarivo (capital de Madagascar, aunque tiene nombre de pub musical) por 1 € o visitar Manhattan por tres billetes coloraos. Claro, con esos precios te animas te animas te calientas te calientas te ilusionas te ilusionas y ya estás clickando para reservar. Y pantalla seguida te viene "Tasas del aeropuerto: 10 €" (supongo que se refiere a la mujer de la limpieza o al que te lia las maletas como su fuera una croqueta), "consumo de combustible: 25 €" (¿jefe, y si me llevo yo una garrafilla con las judias que hace mi suegra tengo descuento?. Combustible no se si es, pero explosivo sí!!), "Prorrateo del Buje: 12 €" (hombre, sarna con gusto no pica y si es para eso, bien gastado está!!), "Tripulación y utillaje: 3,1416 €" (en caso de no pagar esta tasa en lugar de comandante te ponen una muñeca hinchable y en lugar de azafatas te atiende una camella con el título de Relaciones Públicas) y por último "Desgaste de ruedas y protesis dentales: 69,96 €" (a ver si te crees tú que el piano dental de las azafatas son de origen, la que más o la que menos los llevan tuneados!!). Pues nada, te sale la broma de tomarte un café en la 5ª Avenue por tropecientos euros, sin contar el paquete de cacaítos que me compré antes de coger el avión ("es por los nervios…no, no es hambre, es desajuste intestinal y los utilizo como barrera física contra el descarrilamiento"). Por si fuera poco encima, nada más finalizar el despegue, con el estómago todavía besando los riñones y las cuentas del rosario en la mano, el pasillo del avión se transforma en un mercadillo a imagen y semejanza de nuestro bazar sabadero de Can Alzamora. A 10.000 metros de altura, te puedes tomar un café (3€), comer un bocata (6€), una bolsita de pistachos (4€), comprarte la revista "Bichas y culebras" (10€), hacerte la pedicura (25€ con los pies límpios, 60€ si hay que rascar), asegurar el piso (180€), cambiarle el aceite al coche (75€), comprarte una manta térmica (240€), jugar un partido de squash (gratis al comprar los pistachos). Eso sí, fue llegar a Antananarivo Airport y me tomé una cerveza por 0,30 €, si es que los que hay que ya sabemos donde ir para ahorrarnos cuatro perras ya!!!.

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