El Mercado de Rubí personalmente (dejando de banda mi responsabilidad como regidor delegado y responsable de este servicio municipal) es para mí mañanas de sábado fantásticas desde hace ya muchos años. Son sábados en familia donde mi posición como cliente consorte (marido llevabolsas que dirian algunos) hace que disfrute en la tarea de ir de compras al Mercado Municipal. Porque son sábados de llegar al Mercado, aparcar, subir y pasear por paradas, ruidos, bullicio, encontrarte con gente conocida (es curioso, en el Mercado ocurre como en Festa Major, siempre encuentras a amigos, conocidos y otras hierbas), disfrutar de un almuerzo de cuchillo y tenedor sabiendo que lo que comes es, sí o sí, cocina de mercado (garantía de calidad, frescura y saber hacer) y oir ese tintineo de dependientas, dependientes, mozos, carros y demás.
El Mercado Municipal de Rubí es regalarte los ojos con viandas y otros complementos de uso cotidiano, es soñar con algún homenaje gastronómico en cuanto llegues a casa, es saber que compras en la cantidad que quieres con la calidad que exiges. El Mercado Municipal no es solo comprar para alimentarse, es alimentar la mente y el cuerpo comprando en un espacio donde tan importante como lo que compras son las personas que te lo venden y el entorno que esas crean a su alrededor
Y hoy, después de algunos años de paciencia, molestias, dudas y opiniones al Mercado lo hemos vestido de largo. La nueva fachada, una nueva entrada de alfombra roja, un aparcamiento de 350 plazas para dar servicio a un Mercado que se abre en accesibilidad a la ciudad (tanto para los que se acercan a pie como los que solemos ir en coche). Un aparcamiento que ademas de dar servicio al Mercado lo hará a la ciudad, por fin en Rubí un aparcamiento abierto las 24 horas!. Hasta ahora el mercado abría sus puertas hacia Cal Gerrer, ahora también respira hacia la Plana de Can Bertran, hacia la nueva Biblioteca.
Hoy he disfrutado. He visto un Mercado más vivo que nunca, con más ganas que nunca, y he visto futuro en nuestro Mercado, porque un Mercado para que este vivo necesita vida a ambos lados del mostrador y hoy bullía allá donde miraras. Mi compromiso como ciudadano, como cliente, como "disfrutador sabadero" en seguir aportando mi granito de arena para que esa vida no decaiga. Mi compromiso como responsable político para que esa plaza y esa puerta que hemos inaugurado hoy se convierta en un imán que nos siga atrayendo a los rubinenses al Mercado.
Porque el mercado no es solo comprar, es una forma de comprar, es una forma de vida, es hacer ciudad, es hacer Rubí.
Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo