Sapiens... ¿de qué?

Nos vamos poniendo viejos

domingo, 2 de noviembre de 2008


Aunque creo que no ha lugar explicaciones sobre mi silencio bloggiano, doylas con harta satisfacción. Mi ausencia temporal de casa (entraron Benito y Compañia, reformas a domicilio) provocó el empaquetamiento total de mi PC y mi desconexión con este mundo virtual. Ahora ya, con todo en su sitio y los cuadros rectos, me redispongo a seguiros, si no a alegraros, sí a entreteneros (aunque visto lo visto, tampoco se está tan mal sin ordenador, no te vayas tú a creer!!).



Hace un puñado de años, cuando de Pablo Milanes escuchabas aquello de: "el tiempo pasa nos vamos poniendo viejos" se te saltaban los puntos de las risas que nos corriamos. Pegabas un porrazo con la bici, llegabas a casa con las rodillas con más sollauras que un burro cojo (una rótula en el bolsillo, la otra no pudiste desengancharla de la farola), la bicicleta que no sabías si arreglarla o venderla como escultura abstracta, churretones de lágrimas por la cara…y a los dos minutos estabas subiendote a un árbol para pillar un gato o viendo la Heidi columpiarse en los Alpes (eterna pregunta…¿dónde estaba enganchado el columpio de la Heidi?) y zampandote un bollo de boquerones. A ver el guapo que no ha hecho burradas con un resfriado encima: ir a jugar al fútbol con más mocos que un pingüino, a ver la cabalgata de Reyes con dos cirios como la torre Eiffel, salir de fiesta loca con 39º ("sí, ya se que el whisky tiene 40º pero no me refiero a eso, calavera!!!"). Otra característica guay de la juventud es la capacidad de recuperación de huesos, articulaciones y demás trastos esqueletico-musculares. Se te desbocaba el caballo, mordías el polvo, te dislocabas el tobillo, te lo vendaban, a los tres días la venda con más mierda que la entrepierna de una vaca, a los cuatro días le metías una patada a la venda y a hacer la Matagalls-Montserrat (este que os escribe se la ha chupado en tres ocasiones, reto del cual a día de hoy me siento orgulloso/avergonzado (táchese una opción a gusto del lector: la Matagalls-Montserrat consiste en caminar 85 Km en 24 horas, yo a día de hoy aún no se que tachar). Por tanto he llegado a la conclusión (también he llegado a la conclusión que llegar a una conclusión es una forma de obligar a tu cerebro a dejar de pensar sobre ese asunto, por eso he llegado a la conclusión de que yo, al igual que Homer Simpson, nos gusta tanto llegar a conclusiones), pues eso he llegado a la conclusión de que la vida es Yin y Yang (no, no son dos osos pandas, pero lo podrían ser), una dualidad de energía y desenergía, de claro-oscuro, de guay-chungo, de mola-ralla, de duermevelas que hacen que mientras os escribo estas lineas lleve un trancazo resfriaditivo (yin) en mis carnes, un mal ser generalizado (yin), la nariz más irritada que un oso hormiguero en un tunel de lavado (yin), un pecho con más rumores que un colegio de curas (yin) y ni una buena siesta (yang) ni un carajillo de orujo (yang) ni las caricias de mil thailandesas (yang) me hacen ver que, con los años, el yin toma fuerza ante el yang ( o eso o es que me estoy volviendo muy flojo, tu verás!!!). Y vuelvo a recordar a Pablo: "el tiempo pasa nos vamos poniendo viejos…"



Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo

"...y sin embargo te quiero"

lunes, 25 de agosto de 2008


Desde los tiempos en los que el pregonero del pueblo era el portador de aquellas noticias allende tres lanzamiento de piedra a los aires de comunicación que corren actualmente, donde parece que toma importancia no lo que sucede sino lo que se dice (si algo sucede pero no es noticia no sucede, si algo es noticia pero no sucede entonces sí sucede) ha llovido unos capazos. Los medios de comunicación han globalizado nuestro pensamiento provinciano, nos han acercado a tierras salvajes, nos han enseñando el fondo de los oceanos, el milagro de la vida, la montaña más bella del mundo. Nos han mostrado otras culturas, otras tradiciones, miserias y grandezas de tierras lejanas y pueblos cercanos. Informativamente hablando se emperran, día a día, en decirnos, cual "efecto mariposa", como grandes decisiones políticas y/o operaciones comerciales nos salpican (como el suave aleteo de un lepidoptero) en nuestra rutina diaria, por muy lejos que esté esa guerra de turno o muy en inglés que hable el que tiene la varita mágica-político-económica.


Negar el siguiente punto podría considerarse prevaricación por mi parte (sería como negar la existencia del sol o de la grandeza del amor para con un hijo, un auténtico disparate). Los medios de comunicación, con más o menos gracia, con más o menos causalidad, con más o menos casualidad, escoran sus noticias hacia un u otro color político. Cierto es que existe una simbiosis periodísta-político donde uno necesita al otro para llenar minutos o páginas y el otro necesita al uno como megáfono de difusión de sus ideas y sus desideas. Unos y otros nos podriamos cantar aquello de Conchita Piquer: "Eres mi vida y mi muerte, te lo juro, compañero, no debía de quererte, no debía de quererte… y sin embargo te quiero."


Pero el pasado 20 de agosto casi todos los medios de comunicación nacionales corrompieron sus valores de información, comunicación y divulgación "por un puñado de shares". Un avión (me niego a aprenderme de memoria el modelo, por mucho que se empeñen todos) alzó el vuelo y segundos después se estrelló segando la vida de mucha gente y segando las ganas de vivir de muchos centenares más. Esa tarde ha sido, desde el punto de vista de las televisiones de ambito nacional (excluyendo TV3, que mantuvo una dignidad periodística), de las más vomitivas que recuerdo en mi vida telespectadoriana. Su única obsesión era recoger en micrófonos y cámaras las lágrimas de unos padres, hermanos o amigos que llegaban al aeropuerto con un puñal de nervios en su estomago, un soplo de milagro en sus corazones y ansiosos de recibir una noticia que no querían recibir. Arañaban sus corazones con preguntas inhumanas ("¿quién tenía en el avión?", "¿lo quería mucho?", "¿sabe si es uno de los fallecidos?") para llenar su cupo de lágrimas por minuto. Sentí vergüenza ajena de esos periodistas, sentí asco por su comportamiento y pido perdón (a quien lo quiera aceptar) por pertenecer a la misma especie que esos individuos incapaces de respetar un momento tan límite y no saber anteponer el respeto a unos sentimientos tan intimos como es el dolor por la pérdida de una madre, un hijo, un compañero, un padre a unos intereses que, de todas todas, me niego a denominarlos informativos, comunicativos ni divulgativos. Ser periodista no da licencia para todo, sobre todo si ese periodista se sigue considerando humano.
Un abrazo para todos aquellos periodistas que sintieron lo mismo que yo aquella tarde del 20 de agosto. Como todo en esta vida "una flor no fa estiu ni un jardí la primavera". A pesar de esos pocos yo quiero seguir creyendo en la primavera.


Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo

La entropía de las olas

viernes, 1 de agosto de 2008


En los círculos biológicos hay un principio indiscutible: la materia tiende a la entropía y la Vida es un intento de mantener el orden (de ahí que todo ser vivo, hasta el más admirado biologicamente y detestado capilarmente piojo, llevan implícito un gasto de energía para eso, para evitar que sus células se fundan en una masa de compuestos orgánicos sin sentido ni función o que su estructura neuronal se convierta en un revoltijo de sesos). Este orden, el ser humano, lo ha llevado más allá de lo biológicamente predecible y lo ha impuesto en todos y cada uno de sus quehaceres diarios. Cada mañana sabemos a que hora despertaremos, que vamos a desayunar, a que hora tengo que hablar con este. Sabemos que escote nos gusta y que culo (masculino o femenino) forma parte de nuestra ley del deseo. Sabemos quien nos llama, a quien llamar, quien no nos llama, a quien no llamar. Sabemos a quien darle una sonrisa de amigo, para quien sonreir como una gallina, a quien sonreir por fuera y blasfemar por dentro. Sabemos que ante un café tenemos que fumar aunque no debemos, ante una tragedia por televisión tenemos que llorar aunque no podemos (eso, en etología, se llama adaptación por reiteración de estímulos). El orden de la sociedad humana nos dice esta tarde que vamos a ver, a quien vamos a encontrarnos, que vamos a decir que no pensamos y que vamos a pensar que no diremos, que ocurrirá en nuestra vida de 6 a 7 y de 7 a 8 (preguntale a una tortuga de las Islas Galápagos que va a hacer esta tarde y seguramente te dirá: "absurda pregunta mono de poco pelo, pero seguramente lo que hago ahora: vivir"). ¿Y a que coliflores viene todo este desvario de este tío?. Sencillo, he llegado a la conclusión (seguramente erronea, pero mía) de que las vacaciones son, para esta sociedad del Orden y la Previsibilidad, un paréntesis de entropía que nos acerca a lo más básico: el no saber que vas a comer, con quien vas a encontrarte, ignorar que vas a hacer de aquí a diez minutos, quedarte media hora mirando como el viento mueve las hojas de un árbol, descolocar tu agenda interna con voces, olores, escalofríos, comidas, carícias y paisajes que no están archivados en tu disco duro. Y sobre todo sentarte en un chiringuito de playa y conectar unos puentes energéticos eternos entre una gran jarra de cerveza y la entropía de las olas. Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambúl.


(PD: Definición de entropía: desorden, caos) ("ayyyyy, que se sus tiene que decir ")

Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo

El descanso del guerrero

viernes, 4 de julio de 2008

Cual buena pelicula de prime time, que a los pocos minutos de comenzar ya te meten unas dosis de publicidad, así me veo. Unos diitas después de haber abierto mis ciberentrañas a todos vosotros me veo en la irremediable necesidad de marchar de vacaciones. Este año me las pillo en julio, entre pleno y pleno. Eso sí, se que dejo el ayuntamiento en buenas manos, tanto por mis compañeros del PSC, como por los socios de gobierno como, por supuesto, los trabajadores del ayuntamiento. Creo que, además de unas buenas dosis de visitas culturales-gastronomico-festívas, para aquellos que el destino nos ha dado una responsabilidad política de gestión, el alejarte por unos días de la tierra que tantos disgustos, alegrías, enfados y orgasmidad (vocablo que no existe, pero ya me entendeis) supone abrir tu horizonte de pensamientos, centrar la relatividad de las cosas y sobretodo quedar patente que para un municipio no existe la imprescindibilidad de una persona. Afortunadamente Rubí existe desde centurias antes de que cualquiera de vosotros hubiera nacido y existirá centurias después de que nuestros cuerpos se enfrien. Por tanto lo único que podemos hacer aquellos que amamos Rubí es cuidarlo y trabajar por él teniendo como referente su pasado, entendiendo su presente y creyendo en su futuro.



Así que como Rubí no se va a mover del sitio no voy a necesitar poner miguitas de pan para saber el camino de vuelta tal cual hicieron Hansel y Gretel. Por cierto que si os contesto ni actualizo durante el mes de julio no penseis que me he cortado las yemas de los dedos con el cortafiambres, es que me encuentro buscando las miguitas de pan de Hansel y Gretel.

Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo

Saludos Terrícolas !!

martes, 1 de julio de 2008


De pequeñajo, cuando me hacían aquella absurda pregunta: "y tu niño ¿que quieres ser de mayor?", se me agolpaban en mi pequeña cabecita el ser ciclista, astronauta, cantante de Eurovisión, pastelero, montañero, pastor, alquimista, futbolista... Como al 99.9% de todos nosotros no acerté (afortunadamente, no me veo yo hoy en día dandole vueltas a la Tierra o dejando la vida pasar bajo un chaparro viendo pacer cientos de cabras con sus respectivas ubres al viento). Pero no me quejo porque el devenir de los acontecimientos me han hecho dedicarme a mis dos pasiones: los animales y las personas. De los primeros he aprendido que cuando un animal te acepta, va contigo hasta la muerte, que cuando un animal se enfada no te mostrara su mejor cara, que si tratas con cariño te responden con cariño. De los segundos, las personas, que son buenas por naturaleza, que la maldad no es maldad sino intereses o circunstancias, que la mejor respuesta a un grito a destiempo es un quiebro de cintura con una sonrisa en la boca, que la politica municipal es linda cuando es politica municipal y se ensucia cuando otros hilos mueven bocas y tocan teclas.
Hace pocas semanas mi "jefe", compañero y sobre todo Amigo Jordi Peirò me llamó y me comentó: "Manolico, animate, te echo una mano y monta un blog!!". Al principio arrugué esta nariz colillera que Dios me dio, pero reflexionando tres minutos me vino a la mente el titulo de una canción de Medina Azahara: "Necesito respirar". Hace más de diez años que escribo artículos de opinión en el Diari, desvariando y llevando a lo absurdo con unas gotas de realismo y angostura temas mil de Rubí, con el único criterio de no hacer saña ni ser repetitivo en los temas tratados. Desde que mis compañeros del PSC y sobretodo mis gentes de Rubí decidieron, hace un año, darme la responsabilidad de formar parte del ayuntamiento de Rubí, del ayuntamiento de mi pueblo, tomé la determinación unipersonal de que, por respeto a mis compañeros de la oposición, a la gestión municipal y con el fin de no utilizar politicamente un espacio mediatico que no fue creado para ello, mis articulos del Diari dejarían de tratar temas políticos y me explayaría en temas más cotidianos y del día a día. De ahí el "Necesito respirar" de Medina Azahara. Necesito respirar para escribir aquello que pienso, que sueño, que sufro, que me critican, que critico. Necesito respirar para lanzar a aquellos que me quieran escuchar como es Manolo rubinense, como es Manolo regidor, como es Manolo padre y como es Manolo amigo. Necesito respirar y este blog que hoy se abre quiero que sea un respirar mutuo, no pretendo clamar, predicar ni incluso llorar en el desierto, para un articulista tanta valía tiene lo que escribe como cuantos ojos son capaces de leerlo y replicar
Mil disculpas ante este rollo patatero, quizás haya sido una reflexión más interna que externa para poner mis ideas en orden y ya, de paso, ubicarnos todos. Os prometo que, a partir de ahora, escribiré sobre lo divino y lo humano, sobre politica y suecas, sobre Rubí y Cuenca, sobre lo bien que lo hacemos los politicos y lo mal que lo hace el ciudadano o lo mal que lo hacemos los politicos y lo bien que lo hace el ciudadano. Os espero en este cortijo virtual que acabo de crear.

Un abrazo. Llama cuando llegues. Manolo